KRULL:
Es el inseparable compañero de Krotar desde que este le salvo la vida tras el ataque de unos modorros, cuando él aún era un cachorro. Se trata de un yenkin, un mamífero peludo cuyo cuerpo ronda el metro noventa de altura y los 150 kg de peso, además posee una fuerza descomunal que provoca que, junto con sus enormes uñas retractiles negras, sus zarpazos sean demoledores. Cuando salen de caza es el que le huele los rastros de las presas que luego captura Krotar, sobre todo si son especies que no vuelan. Normalmente adopta una postura bípeda, con más o menos la misma envergadura que Krotar, pero cuando necesita correr para llegar rápidamente a un sitio se pone a 4 patas para alcanzar la mayor velocidad posible. La dieta de Krull no es la misma que la de un yenkin normal, no come nada crudo, ya que se adapta a lo que prepara Krotar, que suele ser carne cocinada y en escasas ocasiones verdura o pescado, incluso cuando entran en las tabernas ha llegado a consumir alcohol. Después de tanto tiempo en compañía del zamarro, es capaz de comprender perfectamente el lenguaje, además tiene una variada gama de gruñidos con los que logra hacerse entender cada vez que contesta.
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