Para el tercer mundo imaginario de nuestra sección hemos escogido el más famoso manganime del mundo, la ya mítica Dragon Ball o Bola de Dragón en España; y con manganime nos referimos a sus dos formas de disfrutarlo: en manga, lo que aquí sería tebeo, y en anime (sin acento en la “e”), que sería la serie de dibujos animados.
Quien más y quien menos habrá escuchado alguna vez hablar de Dragon Ball o de su protagonista principal, Son Goku, aunque a lo largo de su multitud de capítulos aparecen innumerables personajes a cual más peculiar.
Su autor es el japonés Akira Toriyama y el primer número se estrenaba en noviembre de 1984, dentro de las páginas de la revista Shonen Jump. En ella Toriyama nos proponía seguir las aventuras de un joven interesado por las artes marciales: Goku, un niño huérfano con cola de mono, y que emprende un fascinante viaje en busca de unas misteriosas bolas de dragón de las que se dice que, una vez reunidas todas, te conceden cualquier deseo que pidas.
El manga no tardaría en despertar con agrado la atención de un buen número de lectores, su temática y, en definitiva, su esencia, convenció desde el principio a jóvenes y no tan jóvenes, al igual que en su día lo lograron Mazinger Z de Go Nagai o Astroboy de Tetsuwan Atom.
Hablar del manga de Dragon Ball es hablar de una obra realmente extensa, desde noviembre de 1984 hasta junio de 1995, superando todas las expectativas de su autor, una obra apasionante que cosecharía un gran éxito no solo en Japón, sino en la práctica totalidad del planeta. Las peculiaridades de esta obra, que son muchas, convierten a Dragon Ball en una muestra inmejorable de lo que es el manga japonés, su dibujo y planteamiento artístico son sobresalientes y la galería de personajes constituye un gran atractivo visual dada su variedad y originalidad. Los diseños de maquinarias y vehículos son sencillamente soberbios, con solo echar un vistazo al extenso repertorio de robots, aviones, motocicletas o coches, no cuesta nada, dado su aspecto, imaginarlos en funcionamiento en el mundo real. Especialmente brillante es la Capsule Corp., propiedad del padre de Bulma, el cual diseñó la forma de comprimir las cosas en pequeñas cápsulas, lo que resulta de gran utilidad sobre todo para los vehículos.
Marca la tradición que todo manga de éxito debe de tener su versión homónima en anime, algo que tuvo lugar en el seno de uno de los más importantes y cotizados estudios de animación japonés: Toei Animation. El anime conforma una trilogía perfectamente estructurada y diferenciada, Dragon Ball, Dragon Ball Z y Dragon Ball GT (posteriormente llegaría Dragon Ball Super), que supera los quinientos episodios en total, generando más de tres mil millones de euros en todo el mundo en merchandissing, junto con las películas y especiales de televisión. Su primer episodio se emitió en la televisión nipona el 26 de febrero de 1986.
En el momento de su estreno televisivo, el manga tan solo llevaba 50 capítulos publicados, esta proximidad cronológica entre manga y anime se convertiría a corto plazo en el principal problema al que se enfrentaría la serie en todos sus años de existencia, por ello se vieron obligados a crear capítulos de relleno (de ahí algunos de sus interminables combates), a fin de que el autor del manga tuviera tiempo suficiente para continuar la historia.
Aquello provocó que Akira Toriyama pusiera fin a la historia en 1995, finiquitando una década gloriosa del manganime japonés. En ese último número, el autor explicaba a sus seguidores su agotamiento e incapacidad para seguir haciendo que la historia continuase con un desarrollo coherente.
Los fans no terminaban de creer que todo había acabado, los episodios desparecerían de la pequeña pantalla 6 meses después, esa serie y esos personajes a los que habían seguido durante una década dejarían de convivir con ellos. No solo los fans sufrieron con la despedida de Goku y compañía, la revista Shonen Jump entró en estado crítico tras dejar de ofrecer material de Dragon Ball, lo que provocó que se decidiera seguir la historia al menos en televisión. Pero la calidad de Dragon Ball GT no era la misma que la de sus predecesoras, y estaba a bastante distancia de la expectación que generó.
Otro de los atractivos de Dragon Ball son los lugares donde transcurren sus aventuras. El planeta Tierra (que no es como el que habitualmente conocemos) no es el único escenario de los acontecimientos. Muchos ostros planetas son testigos de las aventuras de Goku y compañía, y en ellos encontramos todas las razas que participan en la serie.
En definitiva, Dragon Ball es una obra de culto. Pese a que, en esencia, tanto el manga como la serie animada se crearon pensando en una audiencia juvenil, la realidad es que las aventuras de Goku han trascendido más allá del formato, fascinando a fans de cualquier edad a escala global. Una trama donde un enérgico protagonista vive aventuras de fantasía y se enfrenta a enemigos cada vez más poderosos. Otras historias cortadas con el mismo patrón, como “Los Caballeros del Zodiaco”, “Naruto”, “One Piece” y a su modo “Oliver y Benji”, también lograron una gran índice de popularidad, aunque nunca han llegado a los niveles de la inmortal obra de Toriyama.
Añadir comentario
Comentarios